Recordaba con curiosidad mis primeros contactos sexuales, me veía sometida sin poder hacer nada con la «posición del misionero». Estoy segura que ustedes también recuerdan esa escena un poco incómoda.
Soportar el peso de mi pareja y la falta de experiencia no me permitía encontrar el lado excitante a esta postura sexual.
Ahora la pose del misionero me humedece, retuerce y calienta de placer. Me siento más libre al entregarme a mi pareja, de poder abrazarlo, sentir todo su cuerpo y rasguñar su espalda de tanto placer.
Te voy a dar algunos consejos de como hacer la posición del misionero para gozar de placer con tu pareja; pero antes un poquito de historia.
¿Por qué la posición del misionero se llama así, cuál es su significado?
Existen dos versiones muy bien conocidas sobre el origen de esta posición, en los tiempos de colonización se les indicaba a la población, por medio de la evangelización, que esta era la posición correcta para tener relaciones sexuales y una mejor fecundación. Estas indicaciones eran realizadas por personas conocidas como misioneros.
La segunda versión es que los mismos misioneros realizaban esta postura con las mujeres indígenas, con el objetivo de «cristianizar» a la población femenina. Como era una posición realizada por los misioneros, los nativos comenzaron a llamarle de esta forma. Estas versiones no están sustentadas científicamente pero se han hecho muy conocidas.
A pesar de que ya existía la postura, nunca fue conocida formalmente con ese nombre, se le conocía como la postura angelical o serpiente. El nombre de posición del misionero o pose del misionero, aparece por medio de un error realizado por alfred Kinsey, en donde por equivocación, en uno de sus artículos, menciona este nombre.
¿Cuál es la posición del misionero?
La posición del misionero es aquella en la que la mujer se acuesta sobre una superficie con las piernas abiertas y el hombre se acuesta sobre ella, dentro de sus piernas, para poder realizar la penetración.
¿Cómo hacer la posición del misionero para hacer el amor?
Una vez que ambos estén muy calientes y después de un mutuo sexo oral, inicia de pie acariciando todo su cuerpo con tus manos, conforme vas acariciando y besando recuesta tu cuerpo, te recomiendo que utilices una superficie cómoda para evitar distracciones, separa tus piernas rozando su cuerpo, enséñale que deseas realizar esa posición y acéptalo que entre a ese espacio tan privado y especial.
Antes de iniciar la penetración, bésalo apasionadamente, rasguña su espalda de forma leve, prepara su espalda para lo que viene, muestrale tus senos, deja que los toca y bese, que juegue un poquito con ellos.
Dale una señal para que vaya introduciendo su pene de forma casual, al estar muy húmeda su pene entrará muy suave y excitante, si no se da cuenta de las señales que le envías, susurra a su odio algo como «hazme el amor» o «déjame sentirte», él va entender; pero guíalo a que inicie lento, poco a poco y cuando lo desees presiona sus nalgas para que introduzca todo su pene dentro de ti. Verás como esto te vuelve loca de placer y a él también.
No te olvides de dominar la situación, la posición del misionero siempre estará en tu contra sino dominas el momento, controla el ritmo puedes presionar con más intensidad sus nalgas cuando desees que sea rápido y retenerlas cuando necesitas gozar con la profundidad, no es necesario que siempre mantengas tus manos en sus glúteos para guiarlo, solo al inicio y final de cada necesidad tuya, ya él entenderá como ir avanzando.
Gime de placer en su oído, dile «esta muy rico» «me gusta» «me duele tanto pero sigue» «no pares por favor», son palabras que van a ayudar a intensificar la pasión del momento. Rasguña su espalda, mientras más profundo sientas su pene más profundo clava tus uñas. Si no puedes bajar tus manos para controlar la velocidad, utiliza tus dos pies sobre sus glúteos.
¿Cómo hacer la pose del misionero para gozar de placer?
Si no controlas los movimientos de caderas, te recomiendo que al inicio realices la posición del misionero con una almohada en tus caderas; pero nunca dejes de practicar, recuerda que al levantar tus caderas existirá una mayor fricción sobre tu clítoris para tener orgasmos muy placenteros.
Aplica las distintas variantes del misionero, no dejes de practicar, une más tus piernas, levanta tus piernas hasta tus hombros, coloca tus piernas sobre los hombros de tu pareja, coloca tus pies sobre su pecho, cruza tus pies y colócalos sobre uno de sus hombros luego al otro hombro, coloca tus pies cruzados en su abdomen.
Existen como 10 variantes del misionero, practica todas y encuentra con las que mayor placer tengas y también tu pareja. Nunca dudes en practicar, conoce tu cuerpo por completo y has que tu pareja te conozca, verás que en poco tiempo estarán muy bien sincronizados y ambos gozarán de orgasmos infinitos.
!No tengas miedo y goza de placer con la posición del misionero!
En la posición del misionero también interviene las prendas a utilizar, ponte una minifalda cortísima y no te la saques durante todo el sexo, o quédate solo con unas medias largas blancas como de colegiala (ver imagen), esto ayuda a estimular el animal que lleva dentro tu pareja y para tu placer es muy importante.
Con estos consejos estoy segura, que al igual que yo, gozarás de placer con la posición del misionero.